lunes, 30 de abril de 2012

Alma

Written and directed by Rodrigo Blaas (2009). Gracias a Pamela Stemberger por el dato. 
 





jueves, 26 de abril de 2012

pinceles y palabras


Leído en el marco de la 7ma Feria del Libro - 2011. Presentación del libro "Cuentos y encuentros con 10 pintores argentinos" de Canela.  


Fotografía de la Feria del Libro


Pinturas, vitrales y frescos; mosaicos, esculturas, grabados, dibujos y murales. Con óleos o con témperas, con acuarelas o carbonillas, con lapicera azul y con palabras.  Dedicado a Gloria Rodrigué y a María Torres, este libro Cuentos y encuentros con 10 pintores argentinos abre sus puertas al público.

Canela, Gigliola Zecchin para sus poemas, logró conjugar la literatura y la plástica. Inspirada en cuadros famosos de artistas argentinos reconocidos, elaboró una serie de cuentos que se reúnen en este, su último libro.
En una conferencia reciente, Mónica Weiss cuenta que el primer ingrediente en los libros para chicos es la narración y que luego se los ilustra, por lo que los dibujos están en función de lo que fue escrito. El libro de Canela, tal como lo señala en una breve introducción denominada Los cuentos, supone un camino inverso en tanto que los cuentos nacen de esas imágenes, surgen de estas pinturas: Cándido López, Alfredo Gramajo Gutiérrez, Alejandro Xul Solar, Emilio Pettoruti, Fortunato Lacámera, Antonio Berni, Juan Battle Planas, Lidy Pratti, Jorge de la Vega y Benito Quinquela Martín constituyen la nómina de los artistas seleccionados.

Pinturas, cuentos, biografías y un glosario son las partes que conforman esta obra. La palabra “encuentro” le gusta mucho a Canela. En este caso, la imagen y la palabra no sólo se encuentran sino que también se brindan, se complementan y se sostienen.

"La naranja se pasea
de la sala al comedor…
Cándido la ve justo
cuando está por ponerse a pintar"

Naturaleza muerta de Cándido López inspira Te voy a hacer famosa, el primer cuento del libro. Cándido es un personaje, un pintor, que habla con una naranja “paseandera” a la que vuelve famosa; al dibujarla esta le sale “con ojitos y la sonrisa ladeada”; una naranja que porque se hizo famosa “anduvo por los museos”.

“En la mesa ya había peras, una sandía, duraznos, bananas y unas cuantas naranjas más. Envuelto en el aroma de las flores y los frutos, Cándido lo pintó todo con gran prolijidad”. La enumeración de las frutas nos abre el apetito y despierta nuestro deseo. Quien lee desea la sandía, las naranjas, los duraznos y siente el aroma que se desprende de las flores y de los frutos. Ocurre lo mismo en otro cuento denominado Con la panza llena, allí nos dicen que “hubo asado”. Lo podemos saborear, aunque ya se lo hayan comido en esta “fiesta de bautismo”. Hueso es un perro que sueña que baila con Manuela. De fondo escuchamos “Zamba… de mi esperanza… amanecida como un querer”. A la comida la acompañamos con buena música.
En Un mapa antiguo, cuento inspirado en la obra Contraluz de Emilio Pettorutti, los lectores saboreamos “el aire” que “tiene olor a sal”, y bebemos “el aire de la botella” que “está llena de tiempo”.

Aromas marinos o florales, el fragmento de una canción infantil o de una zamba e incluso el sabor de las frutas o del asado buscan involucrar al lector, sumergirlo en la historia. Así es posible entender que cuando miramos una pintura todos los sentidos se mezclan como lo hacen los colores sobre la paleta de un pintor.

El proceso de creación encuentra su punto de partida en el juego como nos lo cuenta su autora: “quizá porque estas imágenes son intensas y originales pude entrar en ellas y ponerme a jugar”.  Esa intensidad que excede al cuadro es la que permite su escritura. Tomo unas palabras de la novela Imposible equilibrio de Mempo Giardinelli: “no el cuadro sino la emoción de lo pintado. No la sinfonía sino la vibración que nos conmueve”. En el caso de la pintura, pienso que esa intensidad es la de la emoción mezclada con colores.
  
Miro los cuadros como recortes, fragmentos de algo más grande que los contiene. Esa fragmentación genera espacios de ausencias. Quien contempla una pintura es posible que ingrese a ella narrando esa ausencia, contando esa parte que falta. Los cuentos de Canela reflejan la mirada de un niño; sería como realmente miramos pinturas cuando somos niños, inventando historias para darle un sentido a lo que vemos allí. Por el contrario, las biografías plantean una mirada distinta a la de los cuentos: en las biografías miramos como grandes, por ejemplo, el cuadro de Lidy Pratti ya no es una ciudad en la luna cuyo césped es blanco, sino que son sólo 15 rectángulos iguales.

Esa intensidad del arte nos impulsa a decir algo para sobrellevarla; tanto sentimiento sobre una tela que es imposible no decir, no preguntar, es lo que le ocurre a Diego, el hijo de Santiago Kovadloff cuando frente al mar le dice a su padre: “Ayudame a mirar”.
Son todos cuentos cargados de los más diversos sentimientos: desde la soledad hasta la ternura.

Pienso en mí cuando era niño que vivía en un pueblo pequeño donde no había un museo. Pienso cómo me habría gustado tener un libro como este en mis manos.  



domingo, 22 de abril de 2012

jueves, 19 de abril de 2012

la marea


La fotografía, que pertenece a Luciana Pedicone Le-wing, inspira "la marea". Agradezco a Luciana por permitirme ponerle palabras a una de sus fotografías.

Foto: Luciana Pedicone Le-wing


















la marea 
                                                                        
                                                                         cada cual abrazado 
                                                                         a su propio fantasma
                                                                                        G. Zecchin

su cuerpo es una barca
esta mañana
en la que cada palabra cuesta

la luz sobre la mesa es otra figura ausente
que rechaza los rescates
y desea el naufragio que el pasado le impone

se levanta con la mirada vuelta mares.
De las barcas que observa
envidia lo involuntario de sus movimientos

sus cuerpos cubiertos de lágrimas
aquella mañana 
en la que el rocío también enmoheció la madera

cuelga los prejuicios en las perchas
y deja que su cuerpo-barca se mueva
como las olas del reloj

algo la inquieta mientras cruza el puerto

piensa en las palabras que aún no llegan
justo hoy que las necesita más que nunca

piensa en el barquero Caronte
negándose a transportarlas 
o tirándolas una por una al mar

entonces descubre que todo quedará como antes 
que aquella voz la dejará quieta
como barca sin mar, como cuerpo sin alma
  

Publicado en música para aeropuertos. 2013, Editorial Intravenosa: Jujuy. 

sábado, 14 de abril de 2012

aromas poéticos

De Alientos desnudos publicado en Tercer Certamen literario de poesía y cuento: Premio Universidad Nacional de Jujuy. EdiUNju. 



                              Dulce de leche, un pucho y whisky.
                              Más dulce de leche, más puchos y más whisky.
                              Dulce de leche, un pucho, whisky y pasión.
                              Fuego, whisky y un pretexto.
                              Sala de arriba, sillón, dulce de leche.
                              Una pitada de tú pucho
                              el último sorbo de whisky y un pretexto ya muerto. Consumado.



jueves, 12 de abril de 2012

The Verve - Bitter Sweet Symphony

era que íbamos a escapar de Jujuy
juntos
escuchando esta canción en el auto

vos te fuiste
y quedó la canción
para recordarme que me vas a esperar
siempre
allá afuera

domingo, 8 de abril de 2012

paisaje nocturno


                                  Los deseos se disfrazan. 
                                                         Lía Sosa

Viajaron juntos. Esta ciudad no sabe nada de ellos. Bailan. Salen a bailar. Confiesan su amor. Saben que viajan juntos porque es que lo que necesitan para sentir cierta estabilidad. Exiliarse por voluntad propia de una ciudad que los expulsaría.
No pueden fotografiarse juntos, sería un riesgo, pero Mauricio lleva de todas formas su cámara. Se lo repite, le dice que si la lleva que fotografíe lo que quiera, menos sus rostros, menos juntos. Juega con la cámara. Abre la ventanilla y dispara. No debe haber rastros.

Saben que tampoco pueden tomar nada de alcohol. Pueden besarse más, eso sí, por eso viajan.

Marina invita a Julia a casa; le dice que pueden avanzar con el trabajo que no deja de ser arduo.

– ¿Viajó? ¿solo?
– Un posgrado. Estará fuera el fin de semana. Regresa el lunes por la mañana.
– Ah… ¿hay algo… que me quieras decir?

Mauricio duerme tranquilo. Es una de las pocas veces en que la noche no le genera intranquilidad. Le escribió un poema:

ella piensa que él ya debería tocarla
él al otro lado de la puerta 
se toca

por breves momentos 
piensa en que debería tocarla 
otra vez, como siempre
antes de que ella lo descubra todo

En el peregrinarse, las sábanas se deslizarán como la noche misma. Serán todas sus despedidas juntas en un solo gesto. 

paroles en l air

Gracias a Lujan Chaile por el dato. 

retorno

y tu cuerpo, una isla invisible
Marcelo Díaz


 frente al abismo de no saber quién es
 está su nombre, Odiseo
 y con él están todos los demás

                                                                          y detrás, los otros que también regresan
                        

Resistencia, 2010. 
 los pasos venideros impedidos
la voz desecha por la marea

lejos 
tendido en la orilla
 su cuerpo se rehace y busca
la sanación del propio ser
y del propio nombre










Publicado en música para aeropuertos. 2013, Editorial Intravenosa: Jujuy. 

sábado, 7 de abril de 2012

manos mágicas

recuerdo cuando cortaban la luz: algunos llegamos sólo hasta los conejos, otros hasta las aguilas. Un video de Le Calcutta que nos regresa a una infancia siempre compartida.

viernes, 6 de abril de 2012

ofuscación

La escritura, frente a las obras de Cristian Romano, se impone. Aquí unas palabras para sus Criaturas abismales. 


kolkrabba serpentarium de C. Romano







Ojalá me nombraras con nombres diferentes
Juan Gelman


En esta cotidianeidad hubo algo monstruoso que despertó. Les dijo todas las palabras juntas en una. Por momentos, el orden aliviana nuestra carga. Si lo digo esta noche, puede que controlar la locura sea posible y no una vana ilusión. Hoy deseo ese orden. Lloramos su ausencia. Me digo basta por ahora, las verdades sueltas deshacen mi cuerpo, que hasta la mañana siguiente permanecerá esparcido en el suelo. Comentaste que el arte es efectivo, siempre y cuando no sea posible narrarlo. Y  ahora que pienso en vos, pienso que si no se narra, el arte también genera ofuscación. Que puede entrecortarnos la respiración hasta lograr que el aire no ingrese.

Las líneas se rompen y de las figuras perdemos sus límites, los borramos con la mirada y ponemos partes de nuestros cuerpos para sustituir esas ausencias. Ahora las voces que despide sólo llegan a modelar eso que no consigue señalarse por completo. Se quiebra de lo conocido su orden para que lo demás suceda. De-Cirse. Las curvas nos guían por los bordes. Evitar la caída. Dibujos que me recuerdan el abismo y la transpiración que genera el vértigo. Luego del giro ya no hay ensueño y no habrá dolor ni piedad ni amor.   
Sentado frente al espejo pone en imágenes sus excesos. Con ellos los perfila a uno por uno, los d-escribe y descalza. A lo lejos, murmuran que libera la vida de aquel otro para poder sentirse él mismo. Sus espejos entorpecerán la peregrinación, lo sabe.  

El arte lo salva del duelo infinito, piensa. Los tatuajes relatarán la fractura y el instante que compartirán eternamente. Desde el sillón observa el canto de las aves. Toma un bocado y bebe una copa. Ya de pie, recorre las pinturas de cuerpos excedidos de relieves y texturas. Sin los prejuicios que siempre le instala a todo, esta vez puede mirar.  
Él era también él. Él era también ella. Sentados contemplan, con menos asombro de lo que uno podría imaginarse, el espectáculo de la propia muerte en la muerte del otro.

Después el grito nocturno y la falta de aire.

Las aves de la noche llegan. Es verano. El aire se ha vuelto nuevamente insoportable. Molesta su pesadez. Asfixia. Cierra la ventana del dormitorio, pero con eso no basta. Camina de noche. No quiere fiebre ni sudor. Busca libertades. Se pone zapatillas y sale a correr bajo la lluvia. Se da cuenta de que el aire en esta ciudad, por momentos, puede volverse más liviano. Hambre. Cuando ya respira de nuevo, la sombría confesión de todo ser surge.  



Publicado en Criaturas abismales del artista plástico Cristian Romano. 2013.  

Marta Minujín

Comparto con ustedes la primera parte de una entrevista realizada por Crisitna Mucci a la artista plástica Marta Minujín: programa "Los siete locos".

¿una taza de té?

Vos lo único que tenés que hacer es entrar y sentarte donde siempre te sentaste. Sabía que no debía prenderse en esta. Cuando quiso levantarse para no regresar, se le nubló la vista y cayó al piso. El golpe fue certero y crudo. Estaban también en el piso las tazas, las cucharillas, la tetera y algunas medialunas.  

martes, 3 de abril de 2012

camisas


Publicado en "Once: salpicón jujeño de poesía" Ediciones Intravenosa. 2011.          
  

     
             si seguimos jugando a
             escribirnos cosas en los
             vidrios empañados


             ellos también van a saber
             porqué viajamos juntos